En un evento cargado de tensiones y declaraciones contundentes, los sindicatos industriales agrupados en la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (Csira) y varios gobernadores provinciales reiteraron su rechazo a varias medidas del gobierno de Javier Milei.
En la sede del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), los líderes sindicales y los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; La Rioja, Ricardo Quintela; Tierra del Fuego, Gustavo Melella; La Pampa, Sergio Ziliotto; y Santiago del Estero, Gerardo Zamora, dejaron claro su descontento con el DNU 70/23, la Ley Bases, el Pacto Fiscal y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
El documento presentado el jueves acusa a estas normativas de acelerar la destrucción de la industria nacional, base de lo que Milei ha denominado la «primera fase» de su gestión. En palabras de los sindicatos, «La pretendida modernización laboral que impulsa el actual Gobierno se sostiene sobre un ostensible falseamiento de la realidad». Este fue uno de los comentarios más duros sobre la situación actual, subrayando que todo el equipo económico de Milei proviene del sector financiero, lo que según ellos, explica el desinterés por la industria.
Uno de los datos más alarmantes es la baja de 330 mil cuentas sueldo en el último semestre, según el Banco Central. La situación económica de las empresas ha empeorado significativamente desde la asunción del gobierno, con el 90% de las organizaciones indicando una peor situación económica y el 80% reportando reducciones de personal. Además, el 65% de las empresas consultadas declararon caídas en las ventas superiores al 15%, afectando directamente a los trabajadores y a la capacidad productiva.
Durante el encuentro, el gobernador Ziliotto fue claro: «El documento de la Csira lo expresa: hay que sumar actores vinculados a la industria para imponer una agenda que marque lo nocivo de las políticas nacionales a contramano del desarrollo industrial. Lo dije anteriormente y lo repetí hoy: vamos a un nuevo industricidio, quizá inédito».
Además, el documento destaca los esfuerzos conjuntos de sindicatos y empresas para adaptarse a los nuevos desafíos sin necesidad de modificar la reglamentación vigente. «El sector del trabajo y los empresarios han hecho los cambios pertinentes frente a los nuevos desafíos en los convenios colectivos», afirma el comunicado.
El caso del Smata es ejemplar. Su secretario general, Ricardo Pignanelli, ha subrayado la necesidad de mejorar la competitividad y garantizar el empleo, coincidiendo en este punto con el CEO de Toyota Argentina, Daniel Herrero. Sin embargo, la planta de Toyota en Zárate ha tenido que abrir un programa de retiros voluntarios debido a la caída de la demanda, situación reflejada en casi todas las terminales automotrices del país, con una caída interanual de 40 puntos en la demanda, según la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa).
El encuentro dejó claro que tanto sindicatos como algunos gobernadores no están dispuestos a aceptar pasivamente las medidas del gobierno de Milei. Con datos y argumentos en mano, seguirán luchando por lo que consideran una amenaza directa a la industria y al empleo en Argentina.